Las fórmulas para alargar la vida de los alimentos no son un conjunto de técnicas recientes y que deban su existencia a la industrialización del sector, ya que existen métodos de conservación de alimentos que datan de miles de años y que hoy se realizan prácticamente igual que lo hacían nuestros antepasados siglos atrás.
Obviamente, el apoyo de la técnica, el desarrollo de maquinaria especializada y el estudio científico de los procesos ha mejorado notablemente los métodos de conservación en los alimentos, especialmente en las últimas décadas.
Basta con mirar los estantes de los supermercados para comprobar cómo la fruta y la verdura fresca no es lo único que se ofrece al consumidor. Existen decenas de opciones de productos mínimamente procesados que solo persiguen un objetivo: alargar su vida útil sin perder propiedades de textura, sabor o aportes de vitaminas y minerales.
El ambiente es un enemigo de los alimentos frescos. Desde que una patata se saca de la tierra, o un brócoli se corta, estas piezas comienzan a experimentar la intervención de agentes externos que van modificando sus propiedades.
Cuanto mayor sea esa exposición, más se alargue en el tiempo y más acusados sean los factores, más rápido se degradará el alimento, llegando a ser inservible. Para entenderlo, basta con dejar una pieza de verdura en la encimera; en tan solo unos días perderá su rigidez, cambiará de color o incluso comenzará a pudrirse.
¿Qué factores son los que afectan a las propiedades de los alimentos? De manera general, los expertos del sector agroalimentario establecen los siguientes:
Estos cuatro factores principales del cambio de las propiedades de los alimentos que se pueden combatir gracias a los distintos tipos de conservación de los alimentos.
Una vez que frutas y verduras han sido lavadas, calibradas, peladas y cortadas, dependiendo de las necesidades de cada producto, muchas de ellas pasan a un segundo proceso de conservación, que puede ser uno de los siguientes:
La refrigeración es uno de los métodos más sencillos y asequibles. Se puede usar tanto a nivel industrial como en casa. Se trata de introducir el alimento en entornos de temperatura controlada entre los 0 y los 5 grados. De este modo, se ralentiza la aparición de bacterias y la degradación de las piezas.
En estos casos, se reduce la temperatura por debajo de los 18 grados para que el agua del alimento se convierta en hielo. Ahí no es posible la aparición de bacterias o mohos, aunque sus texturas pueden variar del estado original.
La técnica de conservación al vacío consiste en aislar el alimento en un entorno sin oxígeno. En este punto, los alimentos no pueden desarrollar ninguna bacteria o moho, y conservan sus propiedades. Es un método de conservación útil a medio plazo. Además, en los espacios industriales se pueden introducir atmósferas que alargan todavía más la vida útil del alimento.
Este método de conservación de los alimentos es muy antiguo. Consiste en retirar el agua aplicando calor o una rápida congelación y posterior calor. Cambia la textura y el sabor, pero una fruta o verdura liofilizada luego puede conservarse fuera del frío durante mucho tiempo sin problema.
Meter el alimento en una mezcla de agua, vinagre, e incluso azúcar en proporciones ajustadas, hace que el producto se deshidrate y los microorganismos no puedan actuar al no poder penetrar en ese líquido. Además, se suele combinar con otros métodos como el envasado al vacío o la conserva.
Estos son los principales métodos de conservación de alimentos que se suelen utilizar en la actualidad en la industria agroalimentaria. La combinación coherente de todos ellos hace que los usuarios finales y los profesionales del sector hostelero puedan disponer de un amplio número de opciones a la hora de ponerse manos a la obra en los fogones y trabajar con alimentos sanos.
La maquinaria que ofrecemos en Aitenet es, en la mayor parte de las ocasiones, parte del proceso previo al uso de los métodos de conservación de alimentos. El cortado, lavado y calibrado de frutas y verduras es indispensable para pasar a una segunda fase en la que sea más fácil y efectivo alargar su vida útil con métodos de conservación.
Ait es fabricante de maquinaria de gran calidad para la industria alimentaria, cuenta con una amplia experiencia, espíritu innovador y vocación de servicio a nuestros clientes.
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